Este es un ejemplo muy lindo donde esta fotógrafa resignifica los colores que le damos a la piel para darles un valor tan simple como lo es el del Pantone y quitarles el peso sociocultural que se les da en diferentes lugares del planeta.
Angélica Dass nos propone que cada piel es diferente y esto se asimila a un color de Pantone y que tanto social como cultrualmente esto no debería de ser diferencia. Por eso creó este hermoso proyecto.
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